Salir de una secta —o de un grupo, relación o entorno que te manipula— no es fácil. A veces ni siquiera te das cuenta de lo que está pasando hasta que ya estás atrapado: miedo, culpa, confusión, aislamiento, vergüenza… y la sensación de que tu vida se está apagando.
Yo lo viví durante 15 años. Sé lo que es la desesperación y el daño sostenido. Hoy sigo luchando para reconstruirme y para buscar justicia. No soy un profesional clínico, pero sí puedo ofrecerte algo que muchas veces falta al principio: escucha real, respeto y orientación práctica.
Si estás pasando por algo parecido, escríbeme. Cuéntame tu situación con calma. Te leeré y te responderé dentro de mis posibilidades, pero con total sinceridad y voluntad de ayuda.
Pide ayuda hoy. Un mensaje puede ser el primer paso.
ayuda@salirdeunasecta.org
Deja una respuesta